El "Monstruo de Viña" se cuadra con Emilia Dides
"Emilia sí, Faloon no": El "Monstruo de Viña" se cuadra con Emilia Dides tras la polémica elección de la Reina del Festival
La controversia que rodeó la elección de la Reina del Festival comenzó cuando la organización del certamen decidió anular un voto decisivo. Este voto había sido depositado en la urna equivocada, lo que resultó en que la coronación de la Reina recayera sobre Emilia Dides. Dides, que ya había sido una de las favoritas del público, se llevó la victoria mientras que Faloon Larraguibel quedó en un segundo lugar que no satisfizo ni a ella ni a sus seguidores.
La anulación del voto generó un gran debate sobre la transparencia del proceso y las posibles irregularidades que podrían haber afectado la elección final. Muchos especularon sobre si el error de la urna fue simplemente un descuido o si existía alguna intención detrás de la decisión. Sin embargo, lo cierto es que, a partir de ese momento, la competencia por el título de Reina del Festival se convirtió en una de las más polarizadas de los últimos años.
La reacción de Faloon y su equipo
Lo que siguió a la elección fue una actitud desafiante por parte de Faloon Larraguibel y su equipo. Tanto ella como el programa de televisión que la apoyaba, "Hay que decirlo", mostraron su descontento con el resultado y no tardaron en calificar a Emilia Dides como una “falsa Reina”, asegurando que la verdadera soberana del certamen era Faloon. Esto no solo encendió la polémica, sino que también avivó la disputa pública entre las dos figuras, quienes hasta ese momento mantenían una imagen pública relativamente amigable.
En una muestra de desafío hacia la organización del Festival y hacia la coronación de Dides, Faloon Larraguibel organizó un "piscinazo" propio, el cual se realizó en los minutos posteriores al evento protagonizado por Emilia Dides. Este acto simbólico de resistencia no pasó desapercibido y fue rápidamente recogido por los medios, quienes continuaron alimentando la narrativa de una lucha por el título de Reina de Viña. La controversia no solo era sobre quién debía ostentar el título, sino también sobre cómo se manejaban las decisiones en el festival y el trato que recibían las participantes.
La reacción del público: "Emilia sí, Faloon no"
La situación alcanzó su punto álgido durante la última noche del certamen, cuando el "Monstruo de Viña", ese público tan característico del Festival, dejó clara su postura. En varios registros que circulan en redes sociales, se puede escuchar claramente el grito de "Emilia sí, Faloon no" resonando en la Quinta Vergara. Este cántico, en el que los asistentes mostraban su apoyo a Emilia Dides y rechazaban la actitud de Faloon, se convirtió en uno de los momentos más icónicos de la noche.
El público, conocido por su férrea lealtad y su actitud contundente, mostró sin lugar a dudas su preferencia por la actual Miss Chile. A través de este acto, no solo le brindaron su respaldo a Emilia, sino que también dejaron en claro su desaprobación hacia la manera en que se había manejado la controversia en torno a la elección. El grito colectivo del Monstruo reflejó el descontento de muchos con la postura desafiante de Faloon y su equipo, quienes parecían no aceptar la voluntad del público ni el veredicto final del Festival.
La polémica llega al Consejo Nacional de Televisión
La controversia por el trato hacia Emilia Dides también tuvo repercusiones más allá de la Quinta Vergara. El Consejo Nacional de Televisión (CNTV) recibió un aluvión de denuncias en contra del programa "Hay que decirlo". Según los informes, hasta el viernes posterior al certamen se habían recibido más de 2400 quejas relacionadas con la manera en que el programa trató a la Reina del Festival. Los televidentes consideraron que el trato hacia Dides había sido injusto y que se había fomentado una narrativa que no correspondía con los hechos ocurridos en el certamen.
El CNTV, como organismo encargado de velar por los estándares de calidad y respeto en los medios de comunicación, tuvo que evaluar estas denuncias, las cuales se centraban en la forma en que se había abordado la elección de la Reina y el enfoque dado al conflicto. Aunque el organismo aún no ha emitido un pronunciamiento final sobre el tema, lo cierto es que la situación puso sobre la mesa cuestiones sobre el tratamiento de las figuras públicas en los medios de comunicación y la responsabilidad de los programas de televisión en la construcción de narrativas justas.
La polémica en torno a la elección de la Reina del Festival de Viña del Mar dejó varias lecciones. En primer lugar, evidenció la intensidad con la que los fanáticos y la audiencia del Festival se involucran en el certamen, convirtiéndolo no solo en un evento musical, sino también en un espacio de debate y expresión pública. La actitud del público al mostrar su apoyo a Emilia Dides y al rechazar a Faloon Larraguibel refleja cómo, en la era de las redes sociales y la conectividad instantánea, la opinión del público puede tener un peso significativo en los eventos más importantes del país.