Producción de Hay que decirlo tomó drástica decisión para calmar las aguas
Canal 13 pone fin a la controversia: Producción de Hay que decirlo tomó drástica decisión para calmar las aguas
La controversia comenzó tras la coronación de Emilia Dides, quien fue elegida Reina del Festival de Viña 2025. Para muchos, la joven modelo y ganadora de Miss Chile representaba una figura positiva, por lo que su elección fue recibida con entusiasmo por muchos. Sin embargo, Hay que decirlo, uno de los programas más polémicos de la televisión chilena, fue crítico desde el principio.
El espacio había apostado por Faloon Larraguibel como la candidata más indicada para alzarse con la corona, y al ver que Dides obtenía la victoria, el programa lanzó una serie de fuertes acusaciones sobre el proceso de elección de la Reina. A lo largo de varias emisiones, el panel del programa insistió en que la verdadera reina del Festival de Viña debía haber sido Larraguibel, y presentó una serie de comentarios en los que, en vez de celebrar la elección de Dides, atacaban directamente su legitimidad. Esto no solo causó revuelo entre los seguidores de la competencia, sino que también levantó un gran malestar en la audiencia general.
Las acusaciones de fraude y el trato negativo hacia Dides no tardaron en provocar una reacción en cadena. La propia Emilia, que hasta entonces había mantenido una postura moderada, sugirió la posibilidad de compartir la corona con Larraguibel, un gesto que reflejaba su deseo de calmar las aguas. Sin embargo, las tensiones aumentaron cuando la joven se sinceró públicamente, revelando que las constantes críticas habían tenido un impacto emocional significativo en ella, tanto que la llevaron a derramar lágrimas durante el tradicional "piscinazo" que se realiza como parte de las celebraciones de la coronación.
El golpe mediático: 2.486 denuncias ante el CNTV
El tratamiento que Hay que decirlo dio al tema no pasó desapercibido para la audiencia. La controversia no solo se limitó a las redes sociales, sino que pronto se tradujo en denuncias formales ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Según información publicada por El Mercurio, hasta el 28 de febrero de 2025, el programa había acumulado un total de 2.486 denuncias ante el organismo regulador. Esto pone a Canal 13 en una posición delicada, ya que el CNTV podría imponer multas de hasta 1.000 UTM o, en el peor de los casos, suspender las emisiones del programa por hasta siete días.
El CNTV, encargado de velar por la ética y el respeto en los contenidos transmitidos por la televisión nacional, es una institución que responde a las quejas del público y examina la legalidad y el impacto de los contenidos. La reacción masiva de la audiencia ante los ataques hacia Emilia Dides fue un claro indicador de que la línea entre la crítica y el respeto a la dignidad de las personas se había cruzado. Y aunque las audiencias tienen derecho a la libre expresión, los medios de comunicación deben ser responsables en el manejo de temas tan sensibles, especialmente cuando involucran a figuras públicas.
Canal 13 toma acción: Hay que decirlo silencia el tema
Con el panorama complicado y bajo la presión de la audiencia y las autoridades, Canal 13 ha decidido dar un giro en su programación. Según informaron los panelistas del programa Zona de Estrellas, la producción de Hay que decirlo ha optado por eliminar cualquier mención o referencia al reinado de Viña en sus futuras ediciones. Esta medida, aunque drástica, tiene como objetivo evitar mayores enfrentamientos y repercusiones legales o mediáticas.
El cambio en la línea editorial de Hay que decirlo refleja una decisión tomada para apaciguar los ánimos y poner fin a la polémica. La eliminación de los comentarios relacionados con la coronación de Dides busca poner un alto a la especulación y las controversias que han surgido en torno a este tema, y especialmente evitar nuevas reacciones por parte de los televidentes y las autoridades reguladoras.
La decisión de Canal 13 de silenciar el tema es un intento claro de evitar más repercusiones negativas. Sin embargo, la pregunta que muchos se hacen es si esta medida será suficiente para calmar los ánimos. La polémica en torno a Hay que decirlo ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar los límites entre la libertad de expresión y el respeto a las figuras públicas, especialmente cuando los ataques son tan personales y directos. En este caso, los detractores del programa señalan que el espacio ha cruzado esa línea, y que su tratamiento de la coronación del Festival de Viña podría tener consecuencias aún más profundas para la credibilidad del canal.