Faloon Larraguibel rompe el silencio
Faloon Larraguibel rompe el silencio: Así viven sus hijos tras la separación de Jean Paul Pineda
Una nueva vida, lejos del dolor y más cerca de la estabilidad
Desde hace un tiempo, el nombre de Faloon Larraguibel ha estado resonando con fuerza en el mundo del espectáculo chileno. La ex chica Yingo, conocida por su energía frente a las cámaras y su participación en la televisión juvenil, ha enfrentado un duro proceso personal: su separación del futbolista Jean Paul Pineda. Sin embargo, lejos de quedarse estancada, Faloon ha decidido tomar las riendas de su vida y la de sus hijos, y recientemente compartió detalles reveladores sobre cómo están enfrentando este nuevo capítulo.
Cambio de casa, cambio de vida
En conversación con ADN, Faloon contó cómo fue el proceso de mudanza junto a sus hijos y cómo este cambio ha significado un renacer para su familia. “Están felices los niños con el cambio de casa porque los hice parte de todo esto”, confesó con emoción. Y no es menor: la influencer decidió involucrar a sus pequeños en cada paso del proceso, desde elegir el nuevo hogar hasta decorar cada rincón con las cosas que a todos les gustaban.
“Todo lo compramos en base a lo que nos gustaba a todos, todos estábamos de acuerdo. Entonces, están felices en la casa nueva con las cositas que ellos quisieron”, explicó. Este gesto no solo fortaleció el vínculo familiar, sino que también le devolvió la tranquilidad y el aire fresco que tanto necesitaba: “La verdad, súper tranquila ahí. Una nueva energía, un nuevo aire”.
La realidad tras la separación: lucha y valentía
Pero no todo ha sido color de rosa para la animadora. Faloon también se sinceró sobre las dificultades económicas y emocionales que ha debido enfrentar tras su ruptura con Pineda. Una de las revelaciones más impactantes fue que lleva un año sin recibir pensión alimenticia del futbolista: “Hace un año que no recibo nada”, afirmó con indignación.
Esta situación la ha llevado a iniciar los trámites para presentar una demanda legal, aunque reconoció que había postergado el proceso por miedo. Y es que, en marzo de 2024, Faloon fue víctima de violencia intrafamiliar, lo que le dejó cicatrices no solo físicas, sino también emocionales.
“Es lo justo, creo que tengo que darle eso a mis hijos. A pesar de que yo le doy todo y que trabajo mucho por ellos. Claro, he estado encerrada en dos reality para darle lo mejor a mis hijos porque mi ex marido no me da ni peso”, declaró con firmeza. Su testimonio deja al descubierto una realidad que viven muchas mujeres: la sobrecarga que implica ser madre y padre al mismo tiempo.
Trabajo duro, independencia y amor por sus hijos
En un esfuerzo por sacar adelante a su familia, Faloon ha tomado decisiones valientes. Participó en dos realities y comenzó a generar contenido en una plataforma para adultos, lo que ha sido clave para lograr estabilidad económica. “Tengo que moverme, así que estamos en eso. Siempre pidiendo lo justo, no pidiendo más, ni menos”, recalcó.
Su mensaje es claro: no se trata de obtener beneficios extras, sino de que el padre cumpla con su deber. “Las mamás estamos 24/7 con los niños. Ellos cuando se separan se olvidan de sus hijos, se despreocupan. Y es una la que los tiene que ir a buscar, la que tiene que pagar el colegio, los gastos de los niños que son muchos”, sentenció con la convicción de quien ha vivido cada palabra.
Esperanza en el futuro
Pese al cansancio acumulado y las dificultades enfrentadas, Faloon no pierde la fe. Asegura que todo el esfuerzo valdrá la pena cuando sus hijos crezcan y reconozcan el sacrificio que hizo por ellos. “Además del desgaste de uno como mujer, como mamá, uno se cansa. En fin, pero todo ese cansancio, estoy segura de que va a valer la pena cuando vea a mis hijos grandes y digan ‘gracias a ti, soy esto’”.
Hoy, Faloon Larraguibel se muestra fuerte, decidida y con una nueva etapa por delante. Ha convertido el dolor en impulso y la adversidad en una oportunidad para brillar con luz propia. Y aunque su camino no ha sido fácil, su historia se alza como un ejemplo de resiliencia y amor incondicional.