Roberto Cox habla sin filtros

Roberto Cox habla sin filtros sobre su paso por “Contigo en la Mañana” y su relación con Julio César Rodríguez


Conocido por su sobriedad y estilo riguroso en el área de prensa, Cox reveló que incursionar en el formato de matinal fue todo un desafío personal y profesional. Para él, lo más gratificante de la experiencia fue poder mostrar una versión distinta de sí mismo al público.

“Lo mejor para mí fue mostrarme en otra faceta. Cuando uno viene de Prensa se muestra como alguien más serio, más estructurado, y estar en un matinal te permite chasconearte más”, comentó con soltura.

Este cambio de registro no solo le permitió conectar con una audiencia más amplia, sino también experimentar con una comunicación más cercana y espontánea, alejada de la rigidez que suele caracterizar a los noticieros. Fue una oportunidad para "humanizar" su imagen pública, mostrar humor y empatía, y abordar temas desde una óptica más relajada.

La sombra de la crisis y la carga emocional del matinal

Pero no todo fue luces y risas frente a las cámaras. Cox también se sinceró sobre el lado más complejo del trabajo en el matinal: la intensidad emocional que implicaba enfrentar diariamente temas sensibles, especialmente relacionados con la creciente crisis de seguridad que vive Chile.

“El problema es que al estar cinco horas al aire, había una carga densa. En el matinal se tratan temas duros. Como estamos en una crisis de inseguridad, a veces hacemos mucho hincapié en eso”, explicó.

Este enfoque constante en la delincuencia, violencia y situaciones límite generaba un impacto directo en su estado de ánimo. “Salía del canal con miedo. Aparte, yo entro al canal a las 5.30 de la mañana y estaba todo oscuro”, confesó, dejando en evidencia cómo el rol del comunicador también implica enfrentar el estrés emocional que conllevan ciertas coberturas.

¿Amigos o solo colegas? La verdad sobre su relación con Julio César Rodríguez

Uno de los puntos más comentados de la entrevista fue, sin duda, la aclaración de Cox respecto a su relación con Julio César Rodríguez, figura emblemática del matinal y uno de los rostros más influyentes de la televisión chilena.

“No, amigos no somos, pero sí colegas de trabajo”, afirmó sin rodeos. Lejos de caer en polémicas o especulaciones, el periodista fue directo y profesional, dejando claro que no existe ninguna animadversión entre ellos, pero tampoco una amistad cercana.

“En un canal de televisión uno trabaja con 100 o 150 personas y no eres amigo de las 150 personas. Con Julio teníamos una buena relación laboral, profesional, pero no es que saliéramos del programa a comernos un asado”, agregó, dejando ver que su vínculo se basaba en el respeto mutuo y el cumplimiento de sus roles, sin traspasar los límites del trabajo.

A pesar de la distancia personal, Cox no escatimó en elogios para su excompañero. “Es un animal de las comunicaciones, vive para la televisión y está en todas. No sé cómo lo hace para resistir tantas horas”, reconoció, destacando la energía y entrega de Rodríguez en los múltiples espacios que conduce.

Un cierre con madurez y transparencia

Con sus declaraciones, Roberto Cox demostró que en la televisión también hay espacio para la honestidad. Su testimonio dejó en claro que, aunque los matinales pueden ser una vitrina ideal para mostrarse más cercano, también representan una carga emocional que no siempre es evidente para el espectador.

Su experiencia en Contigo en la Mañana fue un capítulo intenso de su carrera, lleno de aprendizajes, desafíos y momentos de introspección. Y si bien no forjó amistades entrañables en el set, sí se ganó un espacio en el corazón del público por su sinceridad y autenticidad.

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