Rostro de farandula renuncia
Rostro de farandula renuncia a programa de espectaculos: "No está bien para mi salud mental"
La noticia fue confirmada en vivo por su compañera en el programa, Titi García-Huidobro, quien, con visible sorpresa, comunicó a la audiencia que ese sería el último día de Valenzuela en el espacio. A partir de ahí, se abrió una ventana hacia una de las razones más humanas y menos comentadas en televisión: el daño psicológico que puede provocar estar constantemente expuesto a dinámicas de confrontación, ataques personales y desinformación.
Daniel fue claro al momento de explicar su salida: “No está bien para mi salud mental”. Con estas palabras, puso sobre la mesa un tema que rara vez se discute en el ámbito del espectáculo: la salud mental de los rostros de televisión.
"Yo reconozco al talentoso, pero no es mi referente en la conducción"
Durante su despedida, Valenzuela no dudó en expresar su incomodidad con el estilo que ha ido dominando la farándula chilena. Si bien no mencionó nombres en tono acusador, sí hizo referencia al estilo confrontacional de otros comunicadores: “Entiendo que en estos roles tiene que haber gente con más violencia como Sergio Rojas, con más odio, más al choque. Yo reconozco al talentoso, pero no es mi referente en la conducción”.
Sus palabras no fueron dichas al pasar. En ellas se nota un agotamiento, una necesidad de marcar límites frente a un entorno que parece premiar la polémica antes que el respeto. “A mí me duele que la gente valore esas cosas, pero yo voy por otra línea”, agregó, reafirmando su decisión de no formar parte de un espectáculo donde la agresividad se ha convertido en moneda corriente.
Una industria que se endurece cada vez más
Los comentarios de Valenzuela no son aislados. Su salida del programa se da en un contexto en el que distintos espacios de la televisión nacional han sido criticados por fomentar climas de tensión. Uno de los ejemplos que el animador mencionó fue el de "Qué te lo Digo" de Zona Latina, programa donde, según él, se ha normalizado una hostilidad perjudicial tanto para los trabajadores como para la audiencia.
“No está bien para mi energía, mi salud y para mi entorno... uno se encuentra con ofensas que son injustificadas, mentiras desproporcionadas, son cosas que no comparto”, explicó. La gota que rebalsó el vaso, según él, ocurrió recientemente en ese mismo ambiente. Sin entrar en detalles específicos, dejó en claro que su decisión es definitiva y responde a una necesidad de autocuidado.
"El lado oscuro de la farándula"
Aunque muchas veces se percibe la televisión de espectáculo como un mundo de glamour, risas y entretenimiento, las declaraciones de Valenzuela permiten ver lo que sucede detrás de cámaras: tensiones acumuladas, presiones editoriales y una creciente demanda por contenido polémico que vende, pero que deja heridas.
“Prefiero dar un paso al costado”, concluyó el animador. Y ese paso, aunque doloroso, puede ser el primero hacia una farándula más empática y menos dañina.