Javiera Acevedo se sincera

Javiera Acevedo se sincera: "Yo no programo mucho, pero todo llega cuando tiene que llegar"


Durante su conversación en el programa, Javiera reveló que todo comenzó en plena pandemia, cuando las restricciones sanitarias y el encierro llevaron a muchos a buscar nuevas formas de entretención y conexión. En su caso, fue junto a su hermano que decidieron emprender un proyecto bastante inusual: construir una cancha de skate en casa. Lo que en un principio parecía una simple idea para combatir el aburrimiento, terminó por cambiarle la vida por completo.

Fue precisamente durante la construcción de esta improvisada pista de skate que conoció al padre de su hijo, quien se sumó al proyecto y tenía permisos especiales para circular fuera de Santiago en plena cuarentena. “El que hacía la cancha de skate cooperó. Lo conocí y tenía como permisos para poder salir fuera de Santiago”, relató Javiera entre risas, recordando ese encuentro casi fortuito que terminó por convertirse en el inicio de su camino hacia la maternidad.

Un embarazo no planificado, pero muy bien recibido

Lo más impactante de su relato fue la honestidad con la que compartió el momento en que se enteró que estaba embarazada. A diferencia de muchos casos donde la sorpresa puede venir acompañada de angustia o incertidumbre, Javiera lo vivió como una noticia completamente positiva.

“Fue pura felicidad, porque en verdad yo quería ser mamá… Yo sentía que nací para ser mamá”, confesó con emoción. Si bien el embarazo no fue planificado, ella reconoció que ser madre era un deseo que había tenido desde hace mucho tiempo, aunque las circunstancias de la pandemia la habían hecho dudar si ese momento llegaría pronto.

En ese sentido, la actriz reflexionó sobre su manera de enfrentar la vida: “Todas las cosas en mi vida han llegado en el momento que tienen que llegar. Yo no programo mucho, no me proyecto. Hasta ahora me ha ido bien”. Esta filosofía más relajada y confiada en el destino parece haberle servido bien, ya que la llegada de Kai fue, en sus propias palabras, una bendición inesperada pero profundamente deseada.

Una maternidad vivida con plenitud

Desde que nació su hijo Kai, Javiera ha compartido en redes sociales algunos momentos íntimos de su vida como madre, siempre con una mezcla de humor, ternura y realismo. Aunque su carrera ha estado marcada por la televisión, el modelaje y los escenarios, en la actualidad parece disfrutar con especial intensidad de su nuevo rol fuera de los focos: el de ser mamá.

Durante su paso por Only Friends, se mostró agradecida por la experiencia y por haber encontrado un equilibrio entre su vida profesional y su faceta más personal. A pesar de que muchos podrían pensar que la maternidad en medio de una pandemia y con un vínculo reciente podría ser complicada, Javiera asegura que la felicidad de tener a Kai en su vida lo supera todo.

Reacciones del público y colegas

Como era de esperarse, su testimonio no pasó desapercibido. Las redes sociales rápidamente se llenaron de mensajes de apoyo y admiración por su sinceridad y por compartir una historia tan auténtica. Muchos seguidores destacaron lo inspirador de su relato, en especial para aquellas mujeres que también desean ser madres pero que se enfrentan a incertidumbres o estigmas sobre la planificación familiar.

Incluso, algunas figuras del espectáculo y colegas del medio televisivo le enviaron mensajes públicos de cariño, celebrando su honestidad y su nueva etapa como mamá. En un ambiente mediático donde muchas veces se idealiza la maternidad o se guarda silencio sobre lo inesperado, Javiera se plantó con transparencia y humanidad, ganándose aún más el cariño del público.

Javiera Acevedo: una mujer que no planea, pero vive a plenitud

En un mundo donde todo parece girar en torno a planes, metas y proyecciones, Javiera Acevedo nos recuerda que la vida también puede sorprender para bien, incluso cuando uno no tiene todo fríamente calculado. Su historia es una muestra de que a veces, lo mejor que puede pasar es dejarse llevar por el momento y confiar en que todo llega cuando tiene que llegar.

Hoy, con su hijo Kai en brazos y una sonrisa que refleja plenitud, la actriz demuestra que la maternidad no siempre necesita un guion perfecto para ser profundamente feliz. Y es que como ella misma dijo: “yo no programo mucho, pero hasta ahora, me ha ido bien”.

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